Algunas veces, la rutina nos convierte en máquinas, no vemos, no sentimos y no oímos lo que ocurre a nuestro alrededor, caminamos por la misma ruta todos los días y no percibimos los pequeños cambios que pueden llegar a pasar. Por eso los invito a mirar a su alrededor, aún cuando sigan el mismo camino, y su día haya sido demasiado pesado, la naturaleza siempre nos brindará momentos especiales.
Esta vez, mientras tomaba mi camino de regreso a casa, me topé con este dibujo en el puente, me alegró el día :), no se quien sea el autor pero me agrado la idea.
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